En un mundo donde la transición hacia la movilidad eléctrica se presenta como la bandera de la lucha contra el cambio climático, resulta paradójico observar cómo, en Estados Unidos, Ventas de Vehículos Eléctricos. Mientras China y Europa aceleran en esta carrera, el gigante norteamericano se queda rezagado. Pero, ¿cuál es la razón detrás de este fenómeno? Hoy desgranamos este tema, abordando desde la dependencia de los vehículos de combustión hasta la escasez de infraestructuras de recarga.
La Preferencia Americana por los Combustibles Fósiles
EEUU ha demostrado una inclinación significativa hacia los vehículos de combustión, principalmente por los costos más bajos de los combustibles fósiles. Esta realidad se ve exacerbada por el gusto de los consumidores americanos por los vehículos de gran tamaño, como los SUV y pick-ups, que dominan un considerable porcentaje del mercado automotriz del país.
La consultora JATO Dynamics resalta que los SUV representan un 56% de las ventas totales de vehículos ligeros, un dato que contrasta significativamente con las cifras de China y Europa. La diferencia de precio entre vehículos de combustión y eléctricos, donde los últimos suelen superar los 40.000 dólares, juega un papel crucial en la decisión de compra del consumidor americano. Además, la falta de incentivos fiscales robustos complica aún más la situación.
Infraestructura de Recarga: El Talón de Aquiles
Un aspecto crítico que frena la adopción de vehículos eléctricos en Estados Unidos es la insuficiente infraestructura de recarga. A diferencia de China y Europa, donde el crecimiento de cargadores rápidos ha sido exponencial, EEUU apenas ha añadido 6.300 cargadores rápidos en 2022, llegando a un total de 28.000 puntos. Esta laguna en la infraestructura se presenta como un obstáculo considerable para los potenciales compradores de eléctricos, aunque hay esperanzas de mejora con la reciente aprobación de nuevas legislaciones.
El Papel de las Marcas Chinas y la Excepción de Tesla
El informe de JATO Dynamics también destaca la expansión de las marcas chinas en el mercado mundial, creciendo un 48% fuera de su mercado local, en contraste con el crecimiento casi nulo de las marcas norteamericanas. Este fenómeno, junto con legislaciones de tinte proteccionista, ha perjudicado a fabricantes estadounidenses tradicionales, como GM y Ford.
Sin embargo, Tesla se erige como la notable excepción en este panorama. Con 1,81 millones de unidades fabricadas en todo el mundo en 2023, Tesla no solo lidera la fabricación de vehículos eléctricos a nivel global sino que también domina el mercado de BEV (Battery Electric Vehicles) en Estados Unidos, representando el 55% de las ventas.
Conclusión se caen las Ventas de Vehículos Eléctricos en EE.UU.
La transición hacia la movilidad eléctrica en Estados Unidos enfrenta retos significativos, desde preferencias culturales hasta limitaciones infraestructurales. Sin embargo, el caso de Tesla demuestra que con la estrategia adecuada, el mercado americano posee un potencial enorme para el crecimiento de los vehículos eléctricos. Será crucial para fabricantes, legisladores y consumidores trabajar conjuntamente para superar estos obstáculos y avanzar hacia un futuro más sostenible.
