Desde la temporada 2021 la FIA ha estado en el centro de atención de manera inesperada. En una temporada sin acontecimientos excepcionales, la Federación Internacional del Automovilismo ha logrado captar la atención de todos. Es preocupante que después de cada carrera, el tema principal sea el comportamiento de los árbitros en lugar de lo sucedido en la pista.
Comportamiento cuestionable de Kevin Magnussen
La FIA parece ignorar los problemas y esperar que se solucionen por sí mismos. En solo cinco carreras, Kevin Magnussen ha utilizado tácticas dudosas para favorecer a su equipo. Retrasó al grupo detrás de él para que su compañero de equipo mantuviera la posición en puntos, acumulando cuatro sanciones en 19 vueltas. Los comisarios, sorprendidos por su actitud persistente, aplicaron sanciones de tiempo añadido sin detenerlo realmente.
Cuatro sanciones idénticas en 19 vueltas
En situaciones similares anteriores, la FIA no ha tomado medidas para evitar comportamientos antideportivos. A pesar de las declaraciones de Magnussen admitiendo sus tácticas cuestionables, los comisarios no encontraron pruebas suficientes para acusarlo. Sin embargo, le impusieron una sanción de tres puntos en su licencia por saltarse una curva, una acción que normalmente no conlleva puntos. La incertidumbre y ambigüedad en las decisiones de los comisarios reflejan la falta de claridad en el reglamento deportivo.
El reglamento comodín
Aunque Magnussen logró puntos para Haas, su comportamiento generó controversia. La FIA justificó las sanciones aplicadas, pero las acciones tomadas siguen siendo cuestionables. La falta de coherencia en la aplicación de las normas deja en evidencia la necesidad de reformas en el sistema de sanciones en la Fórmula 1.