Ford, una gigante del sector automotor, ha tomado un giro sorpresivo hacia la creación de vehículos eléctricos más pequeños y asequibles. Pero, ¿por qué este cambio en una época dominada por los SUVs y camionetas de gran tamaño? La respuesta no solo es reveladora sino que también puede cambiar el juego en el mercado de los vehículos eléctricos.
La revelación vino directamente de John Lawler, el director financiero de Ford, durante su participación en la Cumbre de Automóviles de Valores del Bank of America. La inspiración detrás de este cambio estratégico tiene raíces en una visita a China, donde Lawler, junto con el CEO de Ford, Jim Farley, presenciaron de primera mano la avanzada calidad y rapidez en el desarrollo de vehículos por parte de las empresas chinas. Esto los colocó en una clara desventaja competitiva. A partir de ahí, surgió una ferviente convicción: para impulsar las ventas de vehículos eléctricos, era esencial hacerlos asequibles.
La antigua fórmula de que los vehículos grandes equivalen a mayores ganancias
Ya no se sostiene en el terreno de los eléctricos. La clave del cambio radica en la batería, el componente más costoso de estos vehículos. Un vehículo más pequeño requiere una batería más pequeña, lo que no solo reduce el costo, sino que también mejora la autonomía gracias a la disminución del peso.
Sin embargo, en un país como Estados Unidos, donde el tamaño del vehículo suele ser sinónimo de deseo, ¿cómo se alinea esta estrategia con las preferencias del consumidor? Aquí es donde la nueva plataforma de Ford brilla por su flexibilidad. Permite crear vehículos que, aunque pequeños por fuera, ofrecen un espacio interior sorprendentemente amplio, gracias a la ausencia de motores de combustión, túneles de transmisión y otros componentes voluminosos.
Este proyecto, liderado por el ex ingeniero de Tesla, Alan Clarke, se ha convertido en una pieza central de la estrategia de Ford, supervisado por Doug Field, el director de tecnología y desarrollo de productos avanzados. Desde la camioneta comercial Ford Mustang Mach-E hasta la Ford F-150 Lightning, Ford ha estado innovando constantemente. Ahora, la mirada está puesta en una plataforma más asequible que promete revolucionar el mercado con vehículos eléctricos compactos y económicamente accesibles.
La competencia con los fabricantes de automóviles chinos, especialmente con gigantes como BYD, es feroz. Ford busca emular la agilidad y eficiencia de estos competidores para no solo ser relevantes en Norteamérica sino también en el mercado global. La división de vehículos eléctricos de Ford, Ford E, puede estar en números rojos ahora, pero la visión es clara: estos vehículos deben ser rentables dentro de los 12 meses posteriores a su lanzamiento.
Mientras tanto, los vehículos con motores de combustión interna continuarán siendo una fuente de ingresos bajo las marcas Ford Blue y Ford Pro, con lanzamientos importantes como la nueva F-150, la Expedition y el Lincoln Navigator en el horizonte. La calidad en estos lanzamientos es primordial, asegurando que Ford no solo mantenga sino que mejore su posición en el mercado.
Conclusión
La estrategia de Ford hacia los vehículos eléctricos más pequeños y asequibles no es solo una apuesta por la sostenibilidad, sino también una visión astuta del futuro del automovilismo. En un mundo donde la eficiencia y la accesibilidad se vuelven cada vez más críticas, Ford se posiciona no solo para competir sino para liderar. La aventura que comenzó con una visita a China ahora promete transformar el panorama automotor, ofreciendo opciones eléctricas atractivas para todos.