Recorriendo la mitad del mundo con Porsche

Francisco R.
Francisco R. - Director de Autos Rodando 12 Min lectura

El ecuador divide la Tierra en norte y sur y atraviesa un país al que da nombre. Recorrimos con Porsche la línea ecuatorial (y nos salimos un poco de ella) para conocer más sobre este lugar.

El mar es bravo y el cielo gris. La temperatura ronda los 25 grados centígrados, y eso que solo son las seis de la mañana. El sol saldrá en media hora, alcanzará rápidamente el cénit, brillará sobre el globo terráqueo con intensa radiación ultravioleta y se volverá a poner justo 12 horas después.

0 m sobre el nivel del mar, 0º de latitud, 0 km recorridos
El Boxster de color gris plata se encuentra en una playa del Pacífico, cerca de Pedernales. El motor va al ralentí. Al volante está sentado Andrés Galardo y, junto a él, su novia, María Caridad. Tiene el techo abierto y el spoiler guardado. Por encima del roadster se oye el zumbido de un pequeño dron provisto de una cámara. Es el principio de un viaje de exploración a través de Ecuador.

Quito queda a unos 300 kilómetros de distancia y 2.850 metros de diferencia de altitud. Galardo llegó desde allí cuando ya había oscurecido y los mosquitos zumbaban alrededor de la piscina. El dueño del hotel le advirtió de que no aparcase debajo de las palmeras a causa del riesgo por caída de cocos. Ahora el Porsche se pone en marcha. Sus 228 caballos de potencia se imponen con sonora determinación sobre el fragor de las olas. El Boxster se fabricó en 2003 y Galardo lo compró siete años después. Soñaba con tener su propio Porsche desde que de niño se sentaba junto a su tío Mario en un 911 Turbo (modelo 930). Empezó a ahorrar y a los 26 años había reunido dinero suficiente para comprarse el Boxster.

Acelera. Por la carretera que va hacia la pequeña ciudad de Pedernales, unos pocos kilómetros al norte del ecuador, el vehículo alcanza los 100 km/h. Y no pasa de ahí. En Ecuador no está permitido conducir más rápido, ni siquiera en las muchas autopistas de ocho carriles de reciente construcción. Aunque la red de carreteras del país es muy generosa, los radares de velocidad no lo son en absoluto. La tolerancia es cero. Superar ligeramente el límite de los 100 km/h puede costar mucho dinero. Así que Galardo aún no acaba de acelerar cuando ya pisa el freno. Todavía se encuentra en la fértil llanura costera, cuarta región geográfica del país junto al altiplano andino, la llanura amazónica y las islas Galápagos.

La carretera asciende con suavidad entre plantaciones y bosques de bambú. En algunos puntos se ven excavadoras cavando la tierra: El Dorado. Buscadores de oro anhelan encontrar aquí el tesoro que les vuelva ricos y poderosos. Pero de momento trabajan muy fuerte a cambio del salario mínimo interprofesional: 386 dólares al mes. En el 2000 Ecuador abolió el sucre y, desde entonces, su moneda oficial es el dólar estadounidense. Eso facilita la exportación de petróleo, plátanos y flores cultivadas. Además, la biodiversidad podría llegar a constituir un modelo de negocio porque en Ecuador se da la mayor variedad de especies del mundo en un espacio muy reducido. En las Galápagos hay tortugas, lagartos leones marinos. En el litoral continental, de junio a septiembre se dan cita miles de rorcuales (‘ballena alada’) en celo. En la costa hay iguanas, papagayos y monos. En el altiplano andino, cóndores y vicuñas, las rapaces más grandes y los camélidos más pequeños del mundo. Y en la cuenca del Amazonas, al otro lado de las montañas, hay tapires, jaguares, monos, papagayos, pirañas y más especies de insectos que en toda Europa.

1.500 m sobre el nivel del mar, 0º de latitud, 200 km recorridos
Abajo queda la localidad de Mindo. Delante del Boxster, un desprendimiento de tierra tras el cual se acumulan los autos. La carretera está bloqueada y sumida en la niebla. Nubes espesas se entretejen en la selva, en el lado occidental de los Andes. Llueve, se oye un fragor de cascadas. La visibilidad no alcanza más de 50 metros. Galardo es diseñador, gerente de producto y copropietario de una fábrica de motocicletas. Cada año idea un modelo nuevo, vuela a China, compra piezas y hace construir con ellas unas 1.000 motocicletas de hasta 350 centímetros cúbicos. Las que mejor se venden son las Enduro para las pistas fuera de las carreteras principales. En motocicleta se transporta casi todo: gallinas, cerdos, el mercado, familias enteras… También la mayoría de agentes de policía de Ecuador hacen su trabajo en moto. Son pocos los que conducen radiopatrulla. Poco a poco, el atasco se va disolviendo. Después de algunos cientos de curvas cerradas, se distingue Quito.

2.850 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 287 km recorridos
La capital más alta del mundo –con un millón y medio de habitantes y una presión tan baja que dificulta la respiración a la gente de la llanura– es la más bella ciudad de Ecuador. Temperaturas templadas, empinadas calles pavimentadas, arquitectura colonial, hoteles de lujo, cafés, vendedores de helados… Galardo se dirige con resolución a una gasolinera situada en el barrio de Cumbayá, donde se reúnen los amantes de Porsche. Allí está Felipe Otero con su esposa, sus hijos y su sombrero de panamá en un 911 Targa rojo de 1977. Patricio Verduso y su esposa, Alexandra, conducen un 911 Cabriolet dorado.

Diego Guayasamin viene con su novia Natalie en un 911 Carrera negro. Jean-Pierre Michelet conduce un 911 negro de 1974 acompañado por su hija, Dominique, que adora ir en Porsche con su papá, toda una celebridad en Ecuador. Michelet fue piloto de carreras como su padre Pascal, y quedó segundo de su categoría en las 24 Horas de Daytona en 1995. Hoy presenta Sinfonía de Motores, uno de los programas de deporte más populares de la televisión ecuatoriana después del fútbol. Michelet ama los Porsche desde que era niño. “¿Sabes cómo se conduce este 911? Con el trasero”, dice. “Debes sentirlo todo y frenar a tiempo antes de la curva”.

4.658 m sobre el nivel del mar, 0° 41´ 3˝ S de latitud, 370 km recorridos
El convoy de Porsche ronronea a 100 km/h por este tramo de la carretera Panamericana. A la izquierda está el volcán nevado Cotopaxi.

Sus 5.897 metros ascienden majestuosamente hacia el cielo azul y un manto de hielo cubre la cúspide de su cono perfecto. Nada hace sospechar que esta montaña sea uno de los volcanes más activos y peligrosos del mundo, aparte de los carteles verdes que indican las rutas de evacuación dentro y fuera de Quito.

En los últimos 300 años ha entrado en erupción unas 50 veces. La ciudad de Latacunga, situada a sus pies, ha sido destruida por completo y vuelta a construir dos veces.

Poco antes de llegar a Latacunga, los deportivos dejan la autopista principal y entran en una carretera de asfalto nueva que sube en espiral hacia la cota de 4.000 metros. En las áridas mesetas pastan vicuñas. Diego Aguirre, propietario de una concesionaria de autos, sube el volumen de la música en su 911 Carrera S. Suena White Knuckle Ride, de Jamiroquai, una de las canciones que ha recopilado como banda sonora para este viaje. Una docena de kilómetros después, la caravana es detenida por un ‘policía dormido’, como llaman en Ecuador los resaltos utilizados para restringir la velocidad. Detrás empieza una carretera erosionada que nos obliga a dar media vuelta en dirección a la meseta, donde Aguirre pone My Way, de Frank Sinatra. Ya es de noche cuando el grupo regresa a Quito. Pero todavía da un pequeño rodeo para visitar la estatua de la Virgen que corona la colina de El Panecillo, a 3.035 metros sobre el nivel del mar. Este nombre se lo dieron los españoles. Los incas la llamaban Shungoloma, la ‘loma del corazón’. La gran ciudad entre las oscuras siluetas de las cordilleras ofrece un panorama impresionante con sus miles de lucecitas.

1.900 m sobre el nivel del mar, 0° 44´ 9˝ S de latitud, 550 km recorridos
Cuesta abajo. La cuenca del Amazonas. La selva. El río Victoria cava un hondo surco en la roca. En la pendiente opuesta, las cascadas caen hacia las profundidades. La niebla se alza entre las cumbres. Los Andes van quedando atrás. La caravana de deportivos atraviesa ahora la salvaje región oriental del país hasta dar con un control especial de la policía que corta la carretera en Baeza. Se forma un atasco. Los conductores de Porsche no tienen ganas de esperar, así que dan media vuelta.

2.850 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 650 km recorridos
De regreso en Quito. El convoy rueda por la nueva autopista urbana en dirección a ‘Mitad del Mundo’, el monumento de San Antonio de Pichincha que señala el ecuador, al norte de la ciudad. Aparcan delante del futurista edificio que alberga la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que fue diseñada por Diego Guayasamin. El jefe de protocolo de UNASUR recibe al grupo. Su oficina queda encima del ecuador.

Está totalmente acristalada y es un voladizo que se extiende sin soportes 50 metros sobre el hemisferio austral. Todo un ejercicio de estática en una zona tan sísmica como esta. En el horizonte, un volcán cubierto de nieve sobresale entre las cadenas montañosas que rodean la ciudad. Hace un día claro. Desde aquí, la costa cálida y brumosa donde hace tres días comenzó el viaje parece quedar en otro mundo. El jefe de protocolo despide a cada uno con un libro de la organización UNASUR: Where Dreams are Born. Trata de cómo los niños conquistan el mundo y pueden darle forma para configurar el futuro.

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Por Francisco R. Director de Autos Rodando
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Comunicador Social, especializado en el sector automotor con más de 12 años de experiencia en dicho sector, con cientos de pruebas realizadas a vehículos.
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