El Volkswagen ID. Buzz es uno de los eléctricos más esperados del año. Tras su presentación, los alemanes no han hecho más que recibir pedidos. Tras meses de espera las primeras unidades llegan a España y nosotros ya lo hemos podido probar.
A lo largo de los más de 100 años de historia del automóvil el mundo ha visto nacer a miles, millones, de autos, pero sólo unos pocos han estado tocados por la varita mágica de la fama y el éxito. Volkswagen es una de las marcas que más modelos ha inscrito en esas páginas de oro de la automoción. Desde el Bettle al Golf pasando por la clásica T1. Con el lanzamiento del Volkswagen ID. Buzz los de Wolfsburgo quieren abrir un nuevo capítulo en esa particular saga. Un monovolumen eléctrico diferente que mantiene una herencia mirando claramente al futuro.
El ID. Buzz se planta en la calle con un estilo imposible de camuflar. Hay que echar la vista atrás, muy atrás, para saber de dónde venimos. La clásica T1 nació en el año 1947. Tras la devastadora guerra que asoló Europa, Volkswagen pasó a manos del Gobierno británico. Con muchas dudas sobre cómo proceder con ella, los ingleses recibieron un pedido muy especial desde Países Bajos. Producir una furgoneta basada en la plataforma T. Así es como nació una de las furgonetas más icónicas de todos los tiempos que hoy ve en la electrificación un nuevo horizonte de supervivencia.
Aunque no fue hasta las décadas de los 60 y los 70 cuando la T1 y sus sucesoras ganaron fama. La era hippie hizo de ellas auténticos iconos sobre cuatro ruedas. Hoy algunos de esos modelos clásicos cotizan sus precios al alza. Se puede decir que el ID. Buzz es el siguiente paso en la evolución de la especie. El concepto es prácticamente idéntico, aunque la presentación es bastante diferente. De la mano de la electrificación, el más reciente miembro de la familia ID de Volkswagen quiere crearse su propio hueco en la industria. A día de hoy no hay nada equiparable.
El Volkswagen ID. Buzz cuenta con la plataforma MEB y una batería de 77 kWh de capacidad neta. Resulta raro que los alemanes hayan optado por un formato tan atípico para tratarse de un eléctrico, pero en Wolfsburgo no dan puntada sin hilo. Tras varios años en fase de desarrollo, el Volkswagen ID. Buzz se nos presenta con una imagen muy característica. Las formas rectangulares son difíciles de decorar, pero los creativos alemanes han hecho muy buen trabajo. Se mire por donde se mire el aspecto es atractivo. Si a eso le sumamos algunos recursos clásicos como las pinturas de dos colores, el resultado es de absoluta conquista.
Es imposible no voltear a su paso. Las miradas caen en parte condicionadas por la rareza y en otras por el formato. Parece una furgoneta y lo es, pero las versiones de pasajeros han sido decoradas con mimo para evocar ese pasado que todos conocemos. Aunque parezca grande la verdad es que su tamaño es bastante comedido: 4,71 metros de largo, 1,98 metros de ancho y 1,94 metros de alto con una distancia entre ejes de 2,99 metros. Es más pequeña que un Volkswagen Passat familiar.
La Volkswagen ID. Buzz es una furgoneta eléctrica con un diseño retro que nos transporta a otra época. No obstante, su tecnología y equipamiento la sitúan en el presente, convirtiéndola en una opción muy interesante para aquellos que buscan un vehículo amplio, práctico y ecológico. En este artículo, analizaremos sus características más destacadas y veremos si realmente merece la pena invertir en ella.
Una de las principales ventajas de la Volkswagen ID. Buzz es su potencia. Esta furgoneta eléctrica es capaz de alcanzar hasta 170 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna. Esto significa que podremos cargarla en cualquier enchufe de nuestra casa o en un punto de carga público en muy poco tiempo. Además, gracias a su batería de iones de litio, podremos recorrer una distancia de hasta 600 kilómetros con una sola carga, lo que la convierte en una opción muy interesante para aquellos que necesiten un vehículo amplio para viajar o para realizar su trabajo.
En cuanto al diseño, la Volkswagen ID. Buzz destaca por su estilo retro. Esta furgoneta eléctrica recuerda a las míticas Volkswagen Transporter de los años 60 y 70, aunque con un toque más moderno y actual. Su tamaño es bastante comedido, lo que la convierte en un vehículo muy práctico para la ciudad. Además, gracias a sus amplias ventanas y a su techo panorámico, la sensación de espacio en su interior es realmente sorprendente.
En cuanto al equipamiento, la Volkswagen ID. Buzz ofrece dos acabados diferentes: Pro y 1st Edition. Estamos hablando de las dos versiones más completas y equipadas de la gama, por lo que no podemos esperar precios de venta razonables. Además de pequeñas diferencias creativas entre ellas, como el tamaño o el diseño de las llantas, las mayores discrepancias las encontramos en el equipamiento y en los acabados. De puertas para dentro la presentación es la misma, un espacio ya corriente en la familia ID.
Aunque la presentación interior es buena y las amplias ventanas amplían la sensación de espacio, la simplicidad del interior recuerda bastante a las Transporter originales. La era de la digitalización permite quitar botones y controles analógicos para incluirlos en una pantalla. No obstante, en el caso de la Volkswagen ID. Buzz, Volkswagen ha dado uno, por no decir varios, pasos atrás a la hora de desarrollar un sistema multimedia lento, ridículamente complejo y poco práctico. Se requieren demasiados toques digitales en la pantalla para controlar algo tan sencillo como la temperatura o la radio.
Los detalles de color permiten crear ese ambiente desenfadado que siempre ha caracterizado a las versiones hippies de la Transporter. El ambiente te traslada a otra época y la tecnología te mantiene con los pies en la realidad. Sobre todo cabe destacar el generoso espacio que ofrece el Volkswagen ID. Buzz en todas sus plazas, a pesar de ser la carrocería más corta de las dos que van a estar disponibles en la gama. Los asientos delanteros tipo butacan son extraordinariamente cómodos.
En la banqueta trasera encontramos una fila que podría estar mejor aprovechada. En lugar de incluir tres asientos individuales, Volkswagen ha optado por una partición 60:40 típica de turismo. La plataforma MEB que comparte con sus hermanos ID, además del Skoda Enyaq, no está pensada para semejante flexibilidad, requisito indispensable en un vehículo de estas categorías. La anchura permite que tres adultos viajen con comodidad, aunque tres asientos habrían hecho un espacio mejor. Solo las plazas laterales tienen fijaciones ISOFIX.
La instrumentación digital es bastante sencilla, aunque funcional. Donde no puede haber queja alguna es el inmenso espacio que se esconde en la parte trasera. El gran portón eléctrico abre a un maletero con nada más y nada menos que 1.121 litros de capacidad que puede ampliarse hasta los 2.123 litros si se abate por completo la segunda fila de asientos. El suelo no queda completamente plano, pero aun así es muy práctico. Si te estás preguntando por la tercera fila déjanos decirte que sólo estará disponible en la versión de batalla extendida que llegará los próximos meses.
Bajo el capó, o mejor dicho bajo la carrocería, vamos a encontrar un tren motriz 100% eléctrico, el mismo que vemos en el Volkswagen ID.4. Los modelos de lanzamiento se presentan con un solo motor trasero de 204 caballos y 310 Nm de par motor alimentado por una batería de iones de litio con 77 kWh de capacidad neta. Teniendo en cuenta un peso en vacío cercano a los 2.500 kilogramos y una aerodinámica no muy eficiente, la autonomía homologada del Volkswagen ID. Buzz oscila entre los 405 y los 417 kilómetros en ciclo WLTP. Llega el momento de saber cómo se comporta.
Al volante del Volkswagen ID. Buzz, el objetivo de Volkswagen siempre ha sido el de vender la electricidad como un paso natural. Para eso no sólo vale con la concienciación, también con la conducción. Por ese motivo el ID. Buzz, al igual que cualquier otro miembro de la familia ID, destaca por su sencillez de manejo con una conducción que resulta de lo más estimulante para tratarse de un vehículo de estas características. Al volante nadie podrá decir que hablamos de un monovolumen de gran espacio.
En carretera, el ID. Buzz destaca por un elevado confort de marcha. Este modelo de Volkswagen ofrece varios modos de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual. Este último permite una personalización más detallada de los componentes sensibles a la modificación. La principal diferencia se encuentra en la respuesta del acelerador y levemente en el tacto del volante, además de ajustar otros elementos como la climatización. En los modos Eco o Normal, el comportamiento es lo suficientemente generoso como para no tener que utilizar el modo Sport y así ahorrar energía de la batería.
Durante la presentación, no se pudieron realizar ejercicios de consumo para comprobar la veracidad de los registros oficiales. Volkswagen anuncia que el ID. Buzz tiene un consumo medio de 20,9 kWh por cada 100 kilómetros bajo el protocolo de homologación WLTP. No parece un dato excesivamente ambicioso, ya que durante esta primera toma de contacto, el consumo medio se situó en los 23,8 kWh a los 100 kilómetros. La ruta y el ritmo pusieron en apuros a los consumos, pero no parecen muy exagerados teniendo en cuenta el conjunto.
Los modos de conducción permiten alterar el comportamiento general del ID. Buzz. La sencillez de uso que comentábamos anteriormente tiene un ligero inconveniente, ya que la gestión personal de la energía no es especialmente satisfactoria. El ID. Buzz, más allá de un modo B en la palanca de cambios, no presenta las habituales levas de control tras el volante. Volkswagen apuesta todo al sistema automático unido al radar de proximidad y al mencionado modo B adicional que resulta más agresivo al levantar el pedal del acelerador. En ningún momento podemos decir que sea un vehículo de pedal único.
El tremendo atractivo del ID. Buzz resulta embriagador, con un exterior que enamora y un interior que convence. Su comportamiento es bueno y agradable, aunque su autonomía real está lejos de los primeros puestos. El verdadero problema reside en los precios. La popularidad del auto y la democratización del mismo están en entredicho debido a unas tarifas que se alejan cada vez más del común de los mortales. Los precios del Volkswagen ID. Buzz oscilan entre los 63.560 y los 71.425 euros, lo que representa mucho dinero por un vehículo que, en condiciones de uso normal, difícilmente superará los 320 kilómetros sin parar.
A pesar del elevado precio del ID. Buzz, la lista de espera para adquirir uno es larga y cada vez son más los interesados en hacerse con este vehículo eléctrico. Volkswagen ha implementado una estrategia para agilizar la entrega del vehículo, proponiendo a los clientes reducir el equipamiento y eliminar algunos opcionales, lo que ha dado resultados positivos en cuanto a la reducción del tiempo de espera que actualmente se encuentra en casi un año.
El éxito del lanzamiento del ID. Buzz ha sido notable, aunque todavía existen puntos críticos en los que se debe trabajar para consolidar su posición como un monovolumen familiar eterno e indestructible. El alcance eléctrico y el precio son los dos aspectos que se deben mejorar, sin embargo, su gran atractivo y amplio interior compensan en gran medida estas debilidades.
En definitiva, el futuro del ID. Buzz es muy prometedor, ya que se trata de un vehículo innovador que está marcando tendencia en el mercado de los vehículos eléctricos. Su diseño, su tecnología y su capacidad de adaptación lo convierten en una excelente opción para aquellos que buscan un vehículo práctico y ecológico.